La terapia infanto juvenil va dirigida desde niños a adolescentes. Tiene como objetivo identificar y reparar el daño o malestar provocado en el niño o adolescente en diferentes contextos, ya sea social, familiar o académico. Abordando y resolviendo la problemática, con el objetivo de favorecer tanto la gestión emocional como la resiliencia.
Normalmente son los padres u otros adultos cercanos quienes muestran la preocupación y alarma ante el estado del menor, y acuden con ellos a consulta, pues raramente un menor suele demandar ayuda psicológica.
Cuando trabajo con niñas y niños más pequeños, también suelo incluir a los padres o figuras de referencia en la intervención y proceso terapéutico. Su implicación será mayor o menor en función de la problemática, la edad de los menores y la disponibilidad de los adultos. Con la población infantil utilizo la Terapia de Juego ya que además de favorecer el vínculo terapéutico entre ambos, es la manera en la que los niños y las niñas exploran el mundo e integran los aprendizajes.
Cuando el trabajo es dirigido a adolescentes, se trabaja principalmente con ellos. Como en toda terapia, es muy importante establecer la alianza o vínculo terapéutico para favorecer el cambio, y esta se establece a través de la confianza, el cuidado y la complicidad. Este vínculo ayuda a que las defensas propias de la adolescencia bajen, permitiendo al adolescente mostrarse de forma auténtica expresando sus dificultades, miedos o inseguridades.
© ALICIA GARCIA CEBRIAN. Psicologa y Terapeuta EMDR. 2022 | Todos los derechos reservados.
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